viernes, 9 de octubre de 2009

AFGANISTÁN, ESPAÑA Y EL NOBEL OBAMA

Según el gobierno de España en Afganistán no hay guerra. 'La misión es peligrosa, pero no es una guerra como la que hubo en Irak', ha dicho el ministro del Interior, Alfredo Rubalcaba. Cuestión de interpretación política. El PP fue a una guerra, pero el PSOE no, va en misión de pacificación. Claro, mientras tanto, el enemigo pone minas antitanques y vuelan a un vehículo militar obsoleto con treinta años de servicio, que iban a cambiar la semana que viene. Tal cambio no llegó a tiempo y el retraso le costó la vida al cabo Cristo Ancor Cabello natural de Las Palmas de Gran Canarias. El cabo completa la baja número 90 en ese escenario bélico, desde que España iniciara su presencia allí en 2002 bajo la bandera de las Naciones Unidas. Mientras pacificamos los soldados caen muertos o heridos. Los talibanes, apoyados por el fundamentalismo musulmán, disparan con balas de plomo, con lanzacohetes, con minas. Sabían cuál era el trayecto del vehículo militar español y lo cazaron. La guerra es así, hay que eliminar al enemigo europeo, que ocupa su territorio.

      Afganistán no es una nación al uso. Las potencias que la han ocupado fracasaron. La Unión Soviética tuvo que retirarse, dando pie a que los talibanes tomaran el poder. Ahora, los aliados de los EE. UU., van por el mismo camino. Antes el imperio británico del siglo XIX se estrelló en sus montañas, mientras las diversas tribus afganas se dedicaban a combatirlos desde la más violenta de las estrategias: el desgaste del combate de guerrillas. Sólo el macedonio Alejandro el Grande, puedo con ellos, aunque su reinado allá duró poco tiempo.

      Afganistán es un territorio de tribus, de señores de la guerra, de capos de las amapolas de donde sacan la heroína. La pretensión de los americanos de convertir aquello en una democracia al estilo europeo es una vana esperanza. Se están dando cuenta, 900 soldados americanos caídos, reclaman un viraje en la estrategia yanqui. Otro Vietnam no es posible para la sociedad americana. Los expertos del Pentágono dicen que habría que meter allí a medio millón de soldados y equipos, el costo económico es demasiado alto en medio de la crisis y el de vidas se multiplicaría exponencialmente, sin garantías claras de alcanzar el objetivo de pacificar y democratizar a Afganistán.
      Mientras el gobierno de los EE. UU. decide dejar ese avispero a los afganos, su presidente acaba de obtener, sorpresivamente, el Premio Nobel de la Paz, sin que aún haya paz en los escenarios bélicos donde sus tropas combaten cada día. Mucho han corrido los académicos suecos en esta ocasión. La paz puede esperar.

5 comentarios:

Andrés López dijo...

Hemos perdido el respeto por "la Paz". No pueden dar un Premio Nobel de la Paz por el mero hecho de que un Presidente, entrante, "rectifique" o como quieran llamarlo, los errores (cuya palabra se queda corta y con el deseo de escribir más sobre su mandato presidencial)que ha cometido ante el mundo. Lo que menos puede hacer es pedir al mundo disculpa, sobre todo, a esa población que de la noche a la mañana, nos levantaron odiando al pueblo de Irak, Afganistán y otros países.
Nos han inculcado una forma de pensar que tardaremos años en recuperar esa esencia. Pero al parecer, a esto lo llama Premio Nobel de la Paz.

Un alumno; Andrés López

José Antonio Bautista dijo...

Buenas noches:

Opino que quizás Estados Unidos debió pensárselo dos veces antes de armar hasta los dientes a los grupos que se rebelaron contra la invasión soviética. Ahora la historia le devuelve a Estados Unidos un poco de su propia "medicina" (pero bueno, eso es cosa del pasado).

Los "malvados" talibanes no son más que un ejército sin jerarquía precisa pero con un fin muy claro: expulsar al invasor e imponer el que ellos creen que es el mejor estilo de vida, basado en ideas extramistas del islam. Si se demoniza al talibán lo único que se consigue es presentarlo como un sujeto lejano al que no podemos entender, y este es un conflicto en el que es clave entender al enemigo.

Sin ánimo de tirarme aquí toda la vida escribiendo y consciente de toda mi ignorancia respecto al tema, creo que esta guerra no se gana a base de matar y matar talibanes hasta que no quede ninguno sino que eso va a generar más odio y por ende más extremismo. Creo que hace falta educar, concienciar, cambiar las ideas que corren por el país. ¿Cómo? No lo se exactamente pero estoy seguro de que es más barato eso que enviar más tropas (más barato en lo económico y en cuando al número de vidas perdidas).

Que quede claro que allí los extranjeros somos nosotros, los invasores son ellos, los que están llegando para imponer un modelo distinto somos nosotros. Y dejen de engañarse, aquella no es una guerra "democratizadora", aquella guerra busca calmar un país clave para el transporte de los hidrocarburos y la estabilidad en la región que alberga más petróleo y gas del mundo (Afganistán casi no tiene ni gas ni petróleo, los países vecinos en cambio sí).

Paz no es llegar allí, matar a los que son diferentes e imponer lo que aquí parece funcionar.

Pd. Y americano no es el que vive en Estados Unidos sino en América, americano es el chileno, el colombiano, el guatemalteco, el canadiense... Me llama la atención que se hable de americanos para hablar de estadounidenses y nadie se sorprenda lo más mínimo.

Un saludo

Andrés López dijo...

Un placer haberte leído José Antonio.
Estoy teniendo la oportunidad de conocer un poco más la opinión de la población de "Estados Unidos", en concreto,de todo este acontecimiento que transcurre y no es que parece que no vaya a tener fin, sino que ya no lo tendrá... ¿Alguien alguna vez, puede olvidar qué pasó con la historia? Bonito trabajo e importante, el que un historiador/a realiza, para que quede constancia de todo lo que pasa en el mundo y que por mucho que pasen los años, nadie nos cambie esa historia para intentar convercernos (cada vez, en las escuelas se imparten menos clases de historia... ¿Por qué?).
Me gustaría que vieras este link de un vídeo de you tube. He tenido la oportunidad de conocer al Director y estar presente el primer día de su presentación en Puerto Rico.
Ah! Por si está usted interesado en ver la película, tengo la original.
Creo que cuando un ciudadano/a de cualquier parte del territorio americano decide entrar en el ARMY, debemos de plantearnos el por qué lo hace y cómo lo hace. Esto da mucho de qué hablar cuando los problemas psicosociales son una realidad.

Pinche aquí para ver el vídeo. Un saludo, José A.

http://www.youtube.com/watch?v=IU3Evpn-2i4

Anónimo dijo...

Qué pinta tiene el video de youtube, Andrés. A mi sí que me gustaría ver la película.

Por cierto, y hablando de cine -que me apasiona-, aprovecho para recomendar algunas otras cintas:

"Camino a Guantánamo" de Witerbottom

"Borat" (graciosísima)

"Las tortugas también vuelan"

Parece mentira que encima haya gente que se alegre del galardón a Obama sin reconocer la campaña de merchandising-lavado de cara que es en realidad. Yo soy la primera inculta, pero por lo menos no me "trago" todo lo que nos dicen los medios.

Si Alfred levantara la cabeza...

Andrés López dijo...

Hola, benedetina:
Cuando regrese a Málaga no dudaré en ponerme en contacto contigo para dejarte la película. Me alegro que te interesen esos temas en los que detrás de una información "interesada", se oculta mucha verdad, como las voces de muchas madres que no tienen cabida para otro premio, pues ni siquiera se le reconocen sus lágrimas cuando han perdido un hijo/a...

Muchas gracias por leerme.

Muchos saludos