jueves, 13 de agosto de 2009

EL 2012 MAYA

Si los dinosaurios desaparecieron en un instante histórico, tras miles de millones de años paseándose por la Tierra, ¿por qué no podríamos desaparecer nosotros? Para desarrollar tal posibilidad, la industria del entretenimiento hollywoodense ha preparado una batería de películas, que distraerán a los millones de desempleados del mundo, transmitiéndoles el mensaje de que todo puede ser peor aún.
Una torcida interpretación de los códices Mayas e incluso del probervial Nostradamus, da a los guionistas campo para fijar en 2012 el año del Apocalipsis. No es exactamente cierto, aunque tras dos siglos al menos de observación, a ojo puro, los mayas dicen que el 21 de diciembre de 2012, comenzará un nuevo ciclo en el planeta Tierra y no precisamente excento de catástrofes naturales.
La culpa la tiene el Sol. También el tiempo, que era la obsesión de los sabios mayas. Estos cálculos en particular pertenecen al calendario que ellos llamaban de la 'Cuenta Larga' (Winaq May Kin), que abarca unos 5.200 años solares, lo llamaban 'un sol'. Según los cálculos mayas, un sol corresponde a unos 5.125 años de nuestros años que medimos con el calendario gregoriano.
Desde que la civilización humana más primitiva comenzó a andar por la Tierra, hemos transitado tres soles mayas, ahora estamos en el cuarto, que llegará a su fin exactamente el 21 de diciembre de 2012. De ahí, la fecha fatídica. Indica, en primer lugar, que comenzará, al día siguiente, el quinto sol. Pero también es el solsticio de invierno, cuando el hemisferio norte está más lejos del Sol (menor luz diurna y noches más largas). Ese día, nuestro sistema solar eclipsará el centro de la Vía Láctea. Eso, puede producir desequilibrios en la alineación de los polos magnéticos y, por consiguiente, posibles catástrofes naturales. Algunos científicos cree que eso ya ha comenzado.
Para los antiguos mayas el 21 de diciembre de 2012 comenzará una nueva era, no sólo marcada por su calendario, matemáticamentre más exacto que el nuestro, sino también en el terreno espiritual, tan propicio para iniciar cambios fundamentales como peligroso para el desarrollo de la humanidad. Una especie de puerta hacia un nuevo destino.
De tal manera, que podemos ver las pelis de Hollywood como un divertimento plagado de efectos especiales impactantes y quedarnos con la esperanza, seguramente cierta, de que la humanidad es más fuerte que los dinosaurios. Si quiere profundizar en este tema de una manera amena y documentadísima, leáse el libro del periodista científico de New York, Lawrence E. Joseph, titulado 'Apocalipsis 2012', editorial Planeta, Barcelona 2007. Básicamente ni cree ni deja de creer en la precisión maya de la fecha citada. Tal vez, sea el momento de decidir que la madre Tierra es lo único que nos queda. Salud.
Carlos Pérez Ariza

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