Leyendo a Tzvetan Todorov en su libro 'El espíritu de la ilustración' se confirman cosas que ya uno sabía, lo cual nos da cierta calma veraniega en medio de tanto fuego y este clima loco que se debate entre los elementos desatados. Por una parte logramos hacer el esquema del conocimiento, que se basa en la razón y la experiencia. Es la primera autonomía que se conquista, según TT. 'Se parte de la base de que el conocimiento es liberador', nos dice.
Esto desemboca en exigir libertad de opinión, de expresión y de prensa, agrega. Este concepto se puede organizar en dos líneas paralelas: CONOCIMIENTO (Fondo/Conceptos) y EXPRESIÓN (Forma/Escritura). La Ilustración permitió el tránsito del despotismo ilustrado a la democracia moderna. El principio del poder se traslada del 'déspota' al pueblo, por tanto su voluntad es la suprema y no como antes. Además, se establece que la libertad del individuo se coloca en primer lugar. Para ello, se separan los poderes. Mientras más independientes sean, mejor funcionará un Estado Ilustrado.
Los pilares del conocimiento son la escuela y la prensa. Gratuita y obligatoria, la primera y libre la segunda para que el debate público sea posible. El Estado toma la forma de una entidad al servicio del bienestar del ciudadano. Son principios sencillos, obvios, a estas alturas del desarrollo de la democracia en el mundo. Pero que pueden ser olvidados, violados con facilidad. Por eso, TT señala con tino: '(...) toda lectura invariablemente optimista de la historia es una ilusión'.
Carlos Pérez Ariza
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1 comentario:
Muy didactico Carlos (por eso fuistes mi mejor profesor de informativo en la Ucab); Lo que dice Todorov es muy cierto y asi se concibio en la ilustracion pero para llegar a aplicarlo pasaron muchos anos. Sin embargo, los tiempos han cambiado y estos principios tan acertados y validos para la sociedad se van perdiendo. Hablo por Francia -una de las cunas de la ilustracion y donde trabaja Todorov- donde un presidente omni presente (Sarkozy) ha ido acabando con los poderes. Sin ir muy lejos su reciente discurso en Versailles -simbolico- frente a los diputados.
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